Arbolado

10/07/2018
Ecologistas en Acción Ciudad de Sevilla



Incumplimiento de la ordenanza municipal de arbolado tras las últimas talas masivas

Ecologistas en Acción plantea denunciar al Ayuntamiento de Sevilla por incumplir, según la asociación, la ordenanza relativa a arbolado. La falta de transparencia y la forma en la que se han realizado los apeos es más que cuestionable, no obstante, estas talas masivas tienen que disponer obligatoriamente de un informe de Área de Parques y Jardines y de la correspondiente licencia urbanística.

Como ha venido ocurriendo en anteriores veranos, el presente mes de julio se está caracterizando por otra nueva tala masiva de árboles en esta ocasión en calles de los Distritos Centro, Nervión y Este. Un total de 500 árboles serán apeados por presentar “estado general de decrepitud” o “pudriciones y oquedades de consideración en la estructura primaria” y consiguiente “peligro inminente de caída” como figura en los informes disponibles de los ejemplares apeados. Los futuros apeos aún no están disponibles en el portal web del Ayuntamiento.

Desde Ecologistas en Acción, y otras entidades ciudadanas, se viene reclamando desde hace años una mayor transparencia en materia de gestión del patrimonio natural de la ciudad. Los informes que avalan estas actuaciones siempre se conocen a posteriori, y se preguntan por el contenido del estudio sobre el estado general del arbolado que el actual alcalde encargó al inicio de su mandato. “Creemos que si aún no se ha puesto el inventario de árboles a disposición de la ciudadanía y de manera accesible para su consulta es porque las decisiones se van tomando improvisadamente y para tranquilizar a la población. De lo contrario, las talas se realizarían distribuidas en el tiempo en función a su nivel de peligrosidad y en épocas en las que aumenta el peligro inminente de caídas, especialmente en primavera y otoño por causa de las rachas de viento.

Toda esta información, debería hacerse pública junto a los planes anuales de talas y podas previamente a la realización de las mismas y no después, como viene siendo habitual. Si la gente se le ha echado encima al gobierno actual en cuestiones como la plaga de cotorras o las talas masivas es porque detrás de cada decisión, existe poca o ninguna información, ni campaña previa que ayude a la ciudadanía a entender qué pasa y por qué se tiene que hacer. Además parece que el Sr. Alcalde y presidente de la Red Española de Ciudades por el Clima confunde indiscriminado y masivo. Tala indiscriminada es la que no distingue unos árboles de otros, mientras que el adjetivo masivo es cuando algo se hace en gran cantidad. Evidentemente una tala de 500 árboles es masiva y la política urbana hasta el momento ha hecho que sea posible y que los últimos veranos destaquen por las talas masivas.

Más vale prevenir que curar.

Estas medidas paliativas del arbolado poco o nada ayudan a hacer de Sevilla la ciudad amable que merecen las personas en un entorno saludable. En 2016 fueron talados alrededor de 150 ejemplares del Distrito Este que, no han sido repuestos o que, en algunos casos, han sido sustituidos por ejemplares de pequeño porte, como naranjos. Frente a la sombra y microclima que proporcionaban las grandes tipuanas, bajo las cuales la temperatura disminuye una media de diez grados según los datos del equipo de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad hispalense, algunos naranjos están raquíticos o comienzan a enfermar.

Ayuntamiento y asociaciones coinciden en que el mal estado del arbolado es consecuencia de la mala praxis realizada en años anteriores; la falta de tratamientos fitosanitarios y las malas labores de arboricultura y jardinería, son los responsables de que tengamos que hacer frente a calles que hasta el otoño no podrán ser repobladas, precisamente en verano que es cuando más falta hace. Por experiencia sabemos que la sustitución de un árbol por otro nuevo y sano no es como reponer una fuente o un banco en una plaza. La eliminación de ejemplares de gran porte y la sustitución por otros sanos, no compensa las funciones de los árboles talados o si lo hace, requiere de hasta 20 o 30 años en algunos casos; una cuestión temporal que debería tenerse en cuenta a la hora de gestionar el patrimonio natural de la ciudad.

Árboles para luchar contra el cambio climático.

A nuestros gobernantes se les llena la boca con el cambio climático y la sostenibilidad de cara a la candidatura de Sevilla Capital Verde europea, mientras algunos barriadas de la ciudad mantienen las calles desoladas convertidas en auténticas islas de calor. De las casi 80 medidas, mayoritariamente tecnológicas, que contiene el Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible (PACES) para luchar contra el cambio climático y reducir la emisión de CO₂ tan solo tres de ellas corresponden al Área de Parques y Jardines. En concreto, la primera de ellas (medida 63) contempla la plantación de 10.000 nuevos árboles en el viario de la ciudad con fondos propios: 1 millón 800.000€ con el supuesto ahorro de 19.000 toneladas de CO₂ al año, según el propio informe. Además de estos habría que destoconar y replantar 2.500 alcorques liberados en los últimos años. Con esta ingente cantidad de árboles por delante nos gustaría saber cuántos árboles se han repuesto de acuerdo a los objetivos del PACES con especies adecuadas para nuestro clima. El verde urbano, especialmente el arbolado de las calles, se ha estado manejando a golpe de motosierra en lugar de con el cuidado y el mimo que estos elementos esenciales del ecosistema urbano, necesitan.

Y es que muerto el perro se acabó la rabia. Esta operación de emergencia, es una amputación verde para cercenar patologías. En lugar de esto, deberían estar tomándose medidas preventivas, para que dentro de unos años no acaben de nuevo en más talas masivas, la última solución para seres vivos imprescindibles de Sevilla.