El documento, presentado por la Diputación de Sevilla en mayo, deja fuera el transporte fluvial y marítimo, y prioriza ampliamente la carretera frente a modos más sostenibles como el tren, la bicicleta o los desplazamientos a pie.
Ecologistas en Acción y diversos colectivos sociales han mostrado su preocupación ante el contenido del «Plan de Movilidad Sostenible de la Provincia de Sevilla 2025-2033. Plan de Acción», presentado por la Diputación Provincial de Sevilla en mayo de este año. A pesar de su denominación, el plan evidencia un marcado sesgo a favor del transporte por carretera, en detrimento de alternativas más sostenibles como el ferrocarril, la bicicleta o la movilidad peatonal.
El documento se estructura en tres fases: recopilación de información, diagnóstico de infraestructuras y hábitos de movilidad de la población, y definición de objetivos estratégicos. Sin embargo, llama la atención que, siendo un plan provincial de transporte, no contemple ni una sola línea de actuación relacionada con el transporte fluvial o marítimo, a pesar de que la provincia cuenta con un río navegable y un puerto marítimo.
La parte principal del documento —el 93% del texto— está dedicada a las Estrategias de Acción. De las 291 páginas del plan, 98 se destinan al transporte por carretera, 86 al transporte público colectivo (gran parte del cual también se basa en la carretera), 37 al modo peatonal, 50 a la bicicleta y solo 20 al transporte de mercancías.
Dentro del apartado de transporte público colectivo, el desequilibrio es aún más evidente: el plan dedica 8 páginas al coche compartido, 25 al autobús y 33 al transporte a la demanda —todas modalidades basadas en el uso de la carretera—, frente a solo 17 páginas al ferrocarril.
Para las organizaciones, este reparto evidencia que el plan prioriza un modelo de movilidad insostenible, basado en el vehículo a motor y en infraestructuras viales, dejando en un segundo plano el transporte ferroviario y otras formas de movilidad activa y sostenible. Además, denuncian la exclusión de la navegación fluvial y el transporte marítimo, modos que podrían jugar un papel estratégico en la descarbonización del transporte en la provincia.
Desde los colectivos se exige una revisión profunda del Plan que sitúe realmente la sostenibilidad, la equidad y la accesibilidad en el centro de las políticas públicas de movilidad, garantizando una planificación que atienda a la diversidad territorial y social de la provincia, y que esté alineada con los compromisos climáticos y ambientales asumidos por las instituciones.