Fecha: Del 5 al 9 de abril de 2021
Lugar: Sala de exposiciones de la Biblioteca (Edif. 25, 1ª planta). Biblioteca. Universidad Pablo de Olavide
Horarios de visita: 8:30-15:00
Protocolo de acceso covid: En todo momento las personas que accedan a la exposición deberán seguir las indicaciones del personal de la biblioteca. Es obligatorio llevar puesta la mascarilla para acceder a la biblioteca y uso del gel hidroalcolico para las manos. Las personas que accedan a la biblioteca para visitar la exposición tendrán que dejar sus datos en la entrada con el objetivo de poder rastrear posibles casos COVID. Si tienes síntomas o sospechas de tener síntomas covid te pedimos que #tequedesencasa.
* El sábado 10 de abril, y en horario de mañana, se podrá visitar en la zona ajardinada de los edificios 22, 23 y 24.
Con esta iniciativa Ecologistas en Acción pretende concienciar acerca de la relevancia de conservar la diversidad en los ecosistemas.
Durante este año, Ecologistas en Acción quiere sensibilizar sobre la pérdida de biodiversidad a nivel global. La exposición ‘Sin biodiversidad no hay vida‘ se instalará en diversos espacios de Sevilla y municipios de la provincia.
Concretamente la exposición se podrá visitar en abril en Sevilla, en la Universidad Pablo Olavide, en el Viso del Alcor, Alcalá de Guadaira, Marchena, Arahal y Morón de la Frontera.
Esta exposición pretende sensibilizar sobre la pérdida de biodiversidad a una sociedad civil que, en general, desconoce la magnitud del problema y reclamar a las administraciones públicas la adopción de medidas contundentes para frenarla. Se ha elegido el lema «Sin Biodiversidad no hay vida» para dar a conocer la importancia de la biodiversidad y la degradación de los servicios Ecosistémicos que conlleva su desaparición, un tema especialmente preocupante en las ciudades. Si hay un entorno donde las personas deberíamos recuperar servicios ecosistémicos perdidos y fomentar la presencia de la biodiversidad, es en los lugares muy antropizados, como la ciudad. En ella las redes naturales se concentran y los efectos del cambio global son más patentes y extremos.
En 2011, los líderes a nivel internacional se comprometieron en la Conferencia del Convenio sobre la Diversidad Biológica celebrado en Nagoya (Japón) a frenar la pérdida de biodiversidad y la degradación de los Servicios Ecosistémicos antes de 2020. Ya hemos pasado esa fecha límite y no sólo no se han conseguido esos objetivos, sino que seguimos perdiendo biodiversidad a pasos agigantados. En mayo de 2020 la UE presentó la «Estrategia de la UE sobre la biodiversidad» de aquí a 2030. El objetivo es «reintegrar la naturaleza en nuestras vidas». Un camino que hay que empezar a recorrer cuanto antes.
La destrucción de nuestros ecosistemas tiene consecuencias fatales para el planeta y la supervivencia de la especie humana, y lo hemos podido comprobar con la proliferación de pandemias, como la de la COVID-19. Un año después de la llegada del SARS-CoV-2, las conclusiones científicas sobre su relación con el cambio global son abrumadoras. Según María Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, el 70 % de los últimos brotes epidémicos han comenzado con la deforestación. Virus como el Ébola, el SARS, el VIH o el virus del Nilo Occidental han saltado de los animales a los humanos después de la destrucción masiva de diversidad biológica en todo el mundo. Este es uno de los servicios ecosistémicos que se pierden cuando la biodiversidad desaparece. Es parte del alto precio que estamos pagando cada vez que debilitamos la salud del planeta. Ante este panorama inquietante, la comunidad científica alerta: actualmente un millón de especies se encuentran amenazadas. De ellas, aprox. 5.200 son animales en peligro de extinción, según los últimos datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Tan solo en el grupo de los vertebrados está documentada la pérdida de 340 especies desde el año 1600, mientras 280 no han vuelto a avistarse en la naturaleza o solo se pueden encontrar en los zoológicos. En total, más de 600 especies de vertebrados han desaparecido o están amenazadas de muerte en el último siglo a causa de la actividad humana.
Vivimos la llamada Sexta Gran Extinción. A escala mundial, la tasa de desaparición de especies supera entre cien y mil veces la tasa de aparición de nuevas especies. Dicho de otro modo, al ritmo actual, tendrían que pasar 10.000 sin los seres humanos para que se extinguieran naturalmente las especies que hemos exterminado en el último siglo.
La Península Ibérica forma parte de uno de los 25 puntos calientes de biodiversidad del Planeta. Andalucía es la región con más diversidad de especies, cuatro veces superior a la media española, y es la región más biodiversa de Europa, con más de 500 endemismos. Nuestra región acoge al 60 % de las especies terrestres de flora y fauna presentes en toda España y sobrevuelan nuestros cielos el 90 % de las especies de aves de la Península Ibérica. Un patrimonio natural que hay que conocer, valorar y proteger porque aporta un beneficio incalculable para el ser humano. El último informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos recoge que el 90 % de las especies de plantas con flor dependen de la polinización animal, principalmente insectos y dos terceras partes de los cultivos agrícolas del mundo dependen de ella. Su disminución empieza a ser alarmante y ya se habla de crisis provocada por el uso de plaguicidas, muchos de los cuales se están tratando de prohibir en campañas ciudadanas e iniciativas al Parlamento Europeo.
Con esta exposición de Ecologistas en Acción pretendemos aportar los datos suficientes para que sus visitantes reflexionen, tomen conciencia del problema, asuman sus responsabilidades e insten a los responsables públicos a cumplir esos compromisos firmados. Creemos necesario que esta nueva estrategia nos conduzca hacia un cambio profundo en nuestro modus vivendi y en los modelos económicos y sociales. Es necesario «ecologizar» los medios urbanos, dignificar la agricultura y reducir su impacto, apostar por energías renovables, proteger los ecosistemas más biodiversos (los acuáticos, dulceacuícolas y marinos) y, por supuesto, luchar contra el cambio climático a todos los niveles, individuales y colectivos. Ecologistas en Acción volcará sus esfuerzos en lograr que la conservación de la biodiversidad sea una prioridad para las administraciones públicas y para la mayoría de la sociedad.