Ecologistas en Acción denuncia que se hayan realizado apeos de ejemplares de considerable edad y envergadura en una zona de valor social y ecológico donde se vienen realizando acciones de investigación y restauración ambiental para poner en valor infraestructuras verdes y azules.
Cuando a nivel europeo las políticas van desde hace tiempo en la línea de conservar los ecosistemas protegiendo y preservando las funciones existentes, más que construyendo nuevas infraestructuras, aquí en el sur de Europa, donde se conserva el 30% de las especies endémicas y más de la mitad de la biodiversidad del continente, aún se destruyen hábitats y se deteriora el medio ambiente con la intención de replantar. El resultado es que muchas de estas funciones jamás se recuperan.
El día 5 de noviembre, se produjo el apeo de tres árboles de grandes dimensiones en el término municipal de Sevilla, concretamente en el Parque fluvial de la cabecera del arroyo Tamarguillo junto al encauzamiento del arroyo Ranillas. Se trataba de eucaliptos de gran porte y envergadura que, según la federación de ecologistas, realizaban funciones ecológicas insustituibles sobre el cauce, el parque y el pinar adyacente que según los datos aportados por Ecologistas en Acción, estaban en ese lugar desde principios del siglo pasado. El pasado viernes personas del vecindario y trabajadores comprobaban como desaparecían unos árboles majestuosos a los que se añade también la poda brutal de algunos setos y arbustos que, junto a los árboles, cumplían un papel en el ecosistema, además de sombrear al cauce, en opinión de Ecologistas.
Al parecer, el apeo de estos ejemplares que tiene consideración de obra menor, se realizó sin licencia municipal y sin que ningún operario de Parques y Jardines o personal del Área haya supervisado las talas. Como se puede comprobar en las fichas públicas de apeos de arbolado del mes de noviembre, (https://www.sevilla.org/servicios/medio-ambiente-parques-jardines/apeos/2021) el Área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla autorizó el apeo de otros seis ejemplares de Eucaliptus camalduensis a causa de la renovación del cerramiento perimetral del Aeropuerto de San Pablo en Sevilla. Según estas fichas todos los árboles autorizados estaban en perfecto estado de salud. Sin embargo, los ejemplares abatidos no se encontraban entre los autorizados. En opinión de Ecologistas en Acción, AENA solicitó al Ayuntamiento la autorización de los ejemplares porque, supuestamente, es la única alternativa viable para acometer las obras de sustitución del cerramiento sin que se hayan tomado las suficientes medidas para asegurar el resto de ejemplares.
Jesús Díaz, miembro del colectivo, se pregunta: “¿si hasta la presente se ha dado cumplimiento a las exigencias que en materia de seguridad aérea establece AESA (Agencia Española de Seguridad Aérea) porque la existencia de estos grandes árboles suponía un problema ahora?”
“Nos preguntamos, con qué criterios se realiza la tala de unos ejemplares como estos. Es un absoluto despropósito producir, por un lado, este daño a los ecosistemas de la periferia y a su maltrecha biodiversidad y, por otro, querer convertir a Sevilla en una capital verde europea con un cinturón hidro-ecológico que pasaría justamente por aquí”.
A pesar de que desde Ecologistas aseguran haber intentado contactar con las empresas, tanto desde el Departamento de Calidad y Medio Ambiente de ENAIRE como desde el Área de Sostenibilidad Ambiental de AENA no se ha hecho ninguna declaración al respecto. Según los ecologistas, en las fichas de apeo públicas se observa una total desconsideración hacia los ejemplares señalados, presentando todas el mismo argumento: “interferencia ineludible de la posición arbolada con la obra de la empresa AENA”… concluyendo que “por las características del ejemplar no existen alternativas…”, sin tener en cuenta consideraciones de orden biológico, ecológico, paisajístico, histórico o de índole social del Parque Tamarguillo.
“NO es baladí que estos árboles se encuentren en un espacio de antiguo uso social por parte del vecindario, junto al área de esparcimiento de la antigua base americana de aprovisionamiento de mediados del siglo pasado, y donde se vienen realizando investigaciones a través de proyectos de restauración ambiental por parte de ECOURBE… Entendemos que, para mejorar un cerramiento que sustituye a otro anterior, que no tiene conflicto con la arboleda centenaria existente, no es necesaria toda esta destrucción. Exigimos la reposición del arbolado, la mejora del entorno y un compromiso real con la mejor gestión posible del Parque Tamarguillo y su entorno” concluye Jesús.