Alegaciones al estudio de impacto ambiental que parte en dos el Parque de Torreblanca con una carretera

Un plan urbanístico colindante con Sevilla Este, Parque Alcosa y Torreblanca prevé acabar con las lagunas temporales del este de Sevilla y partir el Parque de Torreblanca por la mitad con una carretera.

Ecologistas en Acción presenta alegaciones al Estudio de Impacto Ambiental solicitando que se retire.

Estos días se está sometiendo a información pública dentro del procedimiento de Autorización Ambiental Unificada Abreviada, el proyecto: de Urbanización SUO-DE-01 «Santa Bárbara». Este plan urbanístico, en suelos recogidos en el PGOU de Sevilla con la misma denominación, pretende urbanizar terrenos ahora rústicos en los barrios de Sevilla Este, Torreblanca y Alcosa (ver imagen con la ubicación) y convertirlos en una urbanización de 3000 viviendas, con nueve plantas de altura entre dos de los grandes parques urbanos del Este, el Parque del Tamarguillo y Torreblanca.

Ecologistas en Acción, tras estudiar el proyecto, considera que este proyecto significaría un gran impacto para los valores ambientales de la zona, al afectar directamente al Parque de Torreblanca, situado al noreste del Distrito Este, y para los equipamientos verdes de la ciudad, al afectar la conectividad entre las zonas verdes. Además, la asociación ecologistas ha constatado que el Estudio de Impacto Ambiental no está realizado con la necesaria rigurosidad técnica. Por todo ello, solicita que se retire el proyecto, y se presente otro, con menos impacto para el entorno, especialmente grave sobre el Parque Municipal, y con una evaluación ambiental adecuada.

La zona que este plan pretende urbanizar incluye una llanura de inundación en la zona periurbana del noreste de Sevilla, que alberga un sistema de lagunas temporales exclusivo, entre los barrios de Sevilla Este, Parque Alcosa y Torreblanca. Se trata de un sistema de lagunas temporales en una zona conocida como “El Sapo”, con tres lagunas principales que permite importantes servicios ambientales, como la recarga del freático, la termorregulación y la depuración ambiental. Diversos estudios han constatado la riqueza de flora y fauna asociada a los cuerpos de agua de estas lagunas y a las masas forestales adyacentes, destacando una notable biodiversidad poco común en las ciudades. Dada la escasez de espacios como este en Sevilla, constituyen un importante refugio y el único hábitat reproductivo para una nutrida comunidad natural de flora y fauna, con una amplia representación de especies autóctonas.

Nada de esto aparece recogido en el estudio de impacto ambiental. De hecho, los técnicos de la asociación ecologistas han constatado, no sin sorpresa, que gran parte del Estudio de Impacto Ambiental presentado coincide palabra por palabra con los elaborados para otros desarrollos urbanísticos de la ciudad, como Palmas Altas. Es decir, los promotores del plan urbanístico no han realizado un estudio de la zona, sino que han hecho un corta y pega de un refrito de lugares comunes.

Como consecuencia de esta falta de rigor técnico, no se incluye en el Estudio de Impacto Ambiental la hidrología existente, ni la biodiversidad de la zona, documentada en diversos artículos científicos y catálogos técnicos de diversidad, y que son fielmente citados en las alegaciones. Por este motivo, Ecologistas en Acción solicita en sus alegaciones que no se tome como válida la evaluación ambiental y que se rechace para que se realice de forma correcta.

Además, el proyecto presentado incluye una carretera que partiría el Parque de Torreblanca por la mitad. Hay que señalar que el Parque de Torreblanca, catalogado como suelo urbano, no está incluido por la ficha del PGOU dentro de la bolsa de suelo del SUO-DE-01 y, por tanto, este proyecto se excede de sus competencias actuando en esta zona. En todo caso, Ecologistas en Acción no acepta la posibilidad de que se parta por la mitad un Parque Municipal como el de Torreblanca. Este parque es una de los principales equipamientos de espacio público verde del Distrito, utilizado como área de esparcimiento por vecinos de este Torreblanca, y también de Sevilla Este. El vial proyectado significaría la partición del parque en dos zonas pequeñas, convirtiéndose en una barrera entre ambas, algo que rompería la funcionalidad del espacio y afectaría la comunidad natural del extremo norte de la ciudad.

Ecologistas en Acción ha constatado además que, puesto que no considera sus valores, el plan no recoge ningún tipo de medida correctora o compensatoria que mitigue y, llegado el caso, compense estos impactos. El estudio de impacto ambiental recoge algunas medidas genéricas para mitigar el impacto que el desarrollo del plan podría tener durante las obras, pero no toma en consideración medidas para mitigar, corregir o compensar el impacto permanente que sobre las lagunas temporales y sobre el propio Parque de Torreblanca tendría el proyecto. Estas medidas correctoras deberían incluir al menos:

– El mantenimiento y perímetros de cautela ambiental durante las obras cerca de las lagunas temporales.
– La salvaguarda de la riqueza faunística y botánica de la zona.
– La comunicación fluida con la zona agrícola que rodea la zona.
– La integridad y funcionalidad del Parque de Torreblanca.

En opinión de la Federación de Ecologistas, sin un inventario ambiental serio y un estudio que contemple estas medidas correctoras y compensatorias, el Estudio de Impacto Ambiental no puede considerarse como válido y el plan de urbanización presentado no puede ser aprobado.

Los ecologistas señalan que este proyecto solo se entiende desde el beneficio económico para los promotores, un pelotazo urbanístico que transforma el suelo rústico en urbanizado. Según la información recogida en el proyecto, de las tres mil viviendas proyectadas, se pretenden dedicar cinco veces más suelo a la construcción de vivienda libre que de vivienda protegida. Esto da la dimensión de la magnitud del negocio que se pretende realizar , sin que el beneficio para la sociedad o para la ciudad pueda aceptarse como argumento.

Un urbanismo moderno parte de que en las ciudades de nuestro entorno mediterráneo, especialmente afectadas por el calentamiento global y en aras de una mayor sostenibilidad y eficiencia, deben contener su expansión en el territorio, compactando su espacio interior, salvaguardando y protegiendo los espacios naturales que la rodean, especialmente si contienen valores socio-ambientales o benefician notablemente a la reducción de temperaturas, como es el caso. En opinión de Ecologistas en Acción, la posible necesidad de viviendas que pudiera tener la ciudad, algo más que discutible dada la cantidad de viviendas y solares vacíos, puede cubrirse con actuaciones dentro de la ciudad consolidada, sin necesidad de desbordar los límites actuales.

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